Antiguo pincel decorativo de madera de cerezo tallada - 72cm
Pincel de Exposición en Madera de Cerezo Tallada y Crin de Caballo (± 25 años)
Este pincel con mango de madera de cerezo tallada tiene unos 25 años. Cada mango es único, moldeado a mano para resaltar los nudos y la cálida veta del cerezo. La pátina natural de la madera, sutilmente envejecida, aporta a este objeto una presencia auténtica y refinada, ideal para enriquecer un interior de inspiración asiática. La borla original, hoy demasiado frágil, ha sido reemplazada por crin de caballo de primera calidad. Densa, algo flexible y de color marrón profundo, esta crin armoniza perfectamente con las suaves tonalidades rosadas del mango. Diseñado estrictamente como objeto de decoración, este pincel ya no es apto para caligrafía ni pintura, pero es ideal para exhibición en una vitrina o sobre el escritorio de un coleccionista.
Testimonio genuino de la habilidad artesanal, este pincel encarna la fusión de la tradición china y el diseño contemporáneo. Encontrará su lugar entre amantes del arte y entusiastas de objetos patrimoniales, aportando un toque de elegancia oriental y un sutil diálogo entre material noble y funcionalidad de museo.
I. Origen y fabricación del mango de madera de cerezo
La elección de la madera de cerezo para el mango de este pincel proviene de los antiguos bosques templados de Japón y China, donde el árbol es conocido por su lento y constante crecimiento. Esta maduración prolongada garantiza una densidad excepcional de la madera, esencial para resistir variaciones de humedad y temperatura, así como una estabilidad notable frente a las tensiones mecánicas del tiempo.
La fabricación comienza con la rigurosa selección de ramas de 40 a 60 años, recogidas mediante podas responsables. Tras un aserrado preciso, cada pieza se seca al aire libre durante varios meses en un entorno ventilado para reducir la humedad interna a menos del 12 %. Esta fase prolongada de secado evita grietas posteriores y permite al grano de la madera cerrarse, revelando patrones orgánicos – nudos, vetas sinuosas y bandas de color cálido – que se acentúan durante el tallado.
La etapa de tallado, realizada completamente a mano con buriles y gubias, da forma a cada mango siguiendo los relieves naturales de la rama, creando un delicado equilibrio entre superficies lisas y detalles texturizados. Las pequeñas irregularidades, lejos de ser defectos, se consideran la firma de la madera viva, atestiguando la autenticidad del material. Finalmente, un lijado suave con lana de acero afina la superficie sin alterar su esencia, seguido de la aplicación de aceite vegetal natural que nutre la madera y realza su tono rosado, asegurando una pátina satinada con el paso de los años.
Esta cadena de fabricación, que combina el saber hacer ancestral y el respeto por la materia prima, confiere al mango no solo una robustez inmejorable, sino también una dimensión estética y sensorial: el tacto delicado de la madera pulida y la vista de las vetas irisadas invitan a la contemplación, convirtiendo cada mango en una verdadera obra de arte, arraigada en la tradición del yakimono (trabajo de la madera) y las artes cultas chinas.
II. Reemplazo de la borla: crin de caballo y mantenimiento
Para preservar su aspecto decorativo sin comprometer la durabilidad, la borla original se reemplazó por crin de caballo de primera calidad. Esta elección asegura una borla densa y uniforme, firmemente sujeta en una virola metálica. Para mantener su belleza, elimine el polvo con suavidad usando un pincel suave y evite la humedad.