Estatua China de terracotta - Camello muy grande
Estatuas de Camello de Terracota China: Tesoros del Arte Antiguo
Las estatuas de terracota, también conocidas como "terracotta", son tesoros del arte chino, que encarnan tanto la riqueza cultural como las habilidades artesanales de los antiguos artesanos chinos. Estas piezas únicas, a menudo asociadas con los famosos Guerreros de Terracota, testimonian una época en la que los animales jugaban un papel crucial en el comercio y los intercambios culturales en la Ruta de la Seda.
Las estatuas de camello de terracota datan de la dinastía Tang (618-907 d.C.), un período durante el cual China experimentó una gran prosperidad y apertura al mundo exterior. Los camellos, esenciales para las caravanas de la Ruta de la Seda, simbolizaban no solo el comercio y la riqueza, sino también la resiliencia y la resistencia.
Técnicas de Fabricación Tradicionales y Artesanales
Ofrecemos reproducciones hechas a mano de estatuas de terracota, elaboradas según métodos de fabricación tradicionales y artesanales. Cada pieza se crea con atención al detalle y autenticidad, respetando las técnicas ancestrales de los artesanos chinos.
Selección de la Arcilla: Comenzamos eligiendo arcilla de alta calidad, a menudo extraída de ríos locales. Esta arcilla se purifica para eliminar impurezas y se mezcla con agua para lograr la consistencia ideal.
Modelado: La arcilla se moldea a mano o utilizando moldes para crear las diferentes partes de la estatua. Cada parte, como el cuerpo, las piernas, la cabeza y los detalles del pelaje, se esculpe por separado antes de ser ensamblada.
Ensamblaje y Detalles: Las diferentes partes se ensamblan para formar la estatua completa. Luego, los artesanos añaden detalles finos, como pliegues de la piel, expresiones faciales y accesorios de la montura, que aportan un toque de realismo y vida a cada pieza.
Secado: La estatua ensamblada se deja secar al aire libre durante varios días, lo que ayuda a eliminar el exceso de humedad y evitar grietas durante la cocción.
Cocción: Una vez seca, la estatua se cuece en un horno a una temperatura de aproximadamente 1000 grados Celsius. Esta cocción endurece la arcilla y transforma la estatua en una obra de arte duradera.
Pintura y Acabados: Después de la cocción, algunas estatuas se pintan y decoran para añadir colores y detalles adicionales, aunque muchas conservan su color natural de terracota.